Los chicos o chicas que se ven
sometidos a este tipo de acoso llegan a vivir aterrorizados, tienen pavor a ir
a la escuela y en algunos casos llegan a tener depresión y
pensamientos de suicidio que,
en ocasiones, llevan a cabo. Olweous (2010) menciona que las víctimas presentan
algunas de las siguientes características:
·
Son prudentes,
sensibles, callados, apartados y tímidos.
·
Son inquietos,
inseguros, tristes y tienen baja autoestima.
·
Son depresivos
y se embarcan en ideas suicidas mucho más a menudo que sus compañeros.
·
A menudo no
tienen ni un solo buen amigo y se relacionan mejor con los adultos que con sus
pares.
·
En el caso de
los chicos a menudo, son más débiles que sus compañeros.
Algunas de estas características han contribuido, muy probablemente, a
hacerlos víctimas de acoso escolar.
Se considera que la responsabilidad
de la víctima es intrínseca a la necesidad de reconocimiento que precisa, esto
es, la manera de responder a los estímulos de agresión y/o violencia se
desencadenan en razón a la manera o forma de apego a que fue expuesto en la
infancia, aceptando ser la víctima o
permitiendo jugar el roll; si es responsable y de hecho se
culpa por ello.